Editorial

El sexagésimo aniversario de la declaración universal de los derechos humanos (DUDH) es para nosotros una ocasión para hacer un balance de la situación, evaluar un proceso, interrogarse sobre el papel de los actores y definir los desafíos futuros. Se trata igualmente de un momento de interrogación sobre la universalidad y la indivisibilidad de nuestro enfoque de los derechos humanos.

Si Marruecos desde principios de los años 90 ha podido emprender un proceso de transición en el cual los derechos humanos eran su principal desafio : nuevo codigo de la familia, Instancia Equidad y Reconciliación, código de la nacionalidad…hoy en día podemos decir que hemos roto un tabú, los derechos humanos son un tema de debate libre y abierto a todos los ciudadanos y a todos los análisis.

La Instancia Equidad y Reconciliación representa un triunfo de toda una sociedad que ha luchado por una lectura positiva de su pasado. Positiva por que ha permitido definir las recomendaciones para garantizar la no repetición de lo ocurrido, y sobre las cuales existe una uninimidad de la sociedad. Recomendaciones al igual que el proceso de la IER, interpelan a todos los actores (ONG, partidos políticos…) que deberían movilizarse para construir un debate público maturo y digno de este pais.

La Instancia Equidad y Reconciliación nunca ha sido una finalidad en sí. La IER ha sido instaurada tras la reforma del CCDH, en una visión global : estudiar el pasado para mejor preparar el futuro. Ahora que conocemos las grandes líneas de estas recomendaciones, debemos en el marco de un enfoque universal e indivisible de los derechos humanos abordar los derechos economicos et sociales con el fin de poder garantizar « justicia y dignidad » para todos.

La redacción